Al principio, las tarjetas de identificación sólo se utilizaban en las empresas con fines de identificación personal, para facilitar la identificación de las personas en las instalaciones o en eventos feriales. Con el desarrollo de la RFID y las tecnologías de control de acceso, las tarjetas de identificación han adquirido muchas otras funciones. Veamos la evolución técnica de las tarjetas identificativas y las funciones que desempeñan en la sociedad actual.
La evolución de la tecnología al servicio de las insignias
Hoy en día, las insignias están en todas partes y se utilizan en una amplia gama de campos, gracias al rápido desarrollo de la tecnología.
El primer paso fue la tecnología de escaneado, es decir, las bandas magnéticas que almacenan un identificador único que puede ser leído por un lector de tarjetas. Muy rudimentarias, las tarjetas de banda magnética tienen una capacidad de almacenamiento muy baja y carecen de sistema de cifrado de datos. Por tanto, su campo de aplicación seguía siendo limitado.
Fue el desarrollo de la RFID y la tecnología sin contacto lo que abrió nuevas posibilidades a las tarjetas identificativas. La llegada de las tarjetas inteligentes ha aumentado la capacidad de almacenamiento y la velocidad de transferencia de las tarjetas RFID, haciendo posible la encriptación de datos. Se trata de una innovación importante, que abre la puerta a aplicaciones más complejas que requieren un alto nivel de seguridad, como el pago sin contacto o la identificación biométrica. La tarjeta de identificación ya no se limita al registro de entradas y salidas y al control de acceso físico.
Después llegó la segunda generación de tarjetas inteligentes, equipadas con microprocesadores. Las tarjetas funcionan entonces como un pequeño ordenador, y su abanico potencial de aplicaciones es enorme.
Para saber más sobre este tema, lea nuestro artículo : La evolución de las tecnologías de control de acceso.
Aplicaciones diversas y cada vez más complejas
En primer lugar, las tarjetas de plástico siguen utilizándose para su propósito original de identificación de personas y gestión del personal (badgeuse). Se pueden encontrar en la mayoría de las empresas, desde el modelo más básico con unos pocos datos personales y una foto hasta las tarjetas de identificación ultraseguras para acceder a zonas e información sensibles.
Dentro de la empresa, sus funciones se han diversificado. Ahora se utilizan para manejar la fotocopiadora, acceder al ascensor o al puesto de trabajo, o simplemente a la cantina y a la máquina de café.
Es fácil entender por qué las empresas adoran las insignias. Son sencillas de utilizar, fáciles y económicas de producir, y centralizan toda una serie de tareas. Además, simplifican enormemente la gestión del personal.
Por tanto, el futuro de las tarjetas identificativas en las empresas es prometedor, sobre todo porque muchos grupos privados, organismos públicos y organizaciones internacionales recomiendan o incluso imponen el uso de tarjetas identificativas para mejorar la seguridad.
Los distintivos también se han extendido más allá del mundo empresarial y ahora se encuentran en todas partes: tarjetas de transporte público, carnés de gimnasio, carnés de estudiante, tarjetas de fidelidad, etc.